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Colombianos, a los que más se les niega el asilo en España

Es la segunda nacionalidad, después de la venezolana, que más solicitó refugio en ese país en 2020.

Los colombianos conforman la segunda nacionalidad, después de la venezolana, que más solicitó asilo en España en 2020 y, a la vez, a la que más se le denegó. El gobierno español rechazó 37.908 casos de los 38.683 presentados. Es decir, más del 97 por ciento de las peticiones fueron devueltas.

La razón radica en que España no reconoce algunas situaciones de persecución cuyo origen no sea estatal y cree que las autoridades colombianas están en condiciones de proteger a las víctimas.

Queremos poner el énfasis en la persecución de agentes no estatales… Es decir, en la persecución de las personas que no es por el Estado sino por diversos agentes como bandas criminales”, señala Paloma Favieres, directora jurídica de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear).

En su opinión, se debería reconocer la situación del país de origen de los peticionarios. “Hay que seguir avanzando en (proteger) personas que huyen de persecuciones por bandas criminales, maras, pandillas o narcotráfico en aquellos países donde está constatado que no tiene una protección real y efectiva por parte de las autoridades e incluso en algunos de ellos son permeables las propias autoridades”, dice.

Estos son algunos de los asuntos que aborda el último informe de Cear, que se presentó en España y que se complementa con un video que expone la situación de Isabel, una activista colombiana cuya solicitud de asilo fue rechazada en 2021.

Isabel luchaba por los derechos de los indígenas y de las mujeres en Soacha (Colombia) y tanto ella como sus hijos estaban amenazados. Cuando mataron a una compañera suya, Isabel decidió irse del país y pedir asilo en España.

Yo estaba confiada en que mi caso fuera escuchado, fuera estudiado como un ser humano”, cuenta, pero cuando recibió la respuesta se sorprendió, pues fue “una denegación absoluta”. Como consecuencia, quedó en situación irregular desde febrero. Ahora siente miedo: “No puedo volver a mi país porque si yo vuelvo me matan”.

Isabel ha aportado todas las pruebas a la Oficina de Asilo. “¿Qué más piden? ¿Qué más tengo de demostrar yo para que me crean?”, se pregunta. “Lo único que yo pido es una oportunidad más de vida aquí en este país”.

Un año atípico

De acuerdo con el informe de CEAR, en 2020 las solicitudes en general cayeron. En España, por ejemplo, bajó en un 25 por ciento. En total, fueron casi 89 mil solicitudes; la mayor parte provino de personas que ya estaban en el país y no habían formalizado la petición.

Debido a la pandemia, 2020 fue un año diferente en materia de movilidad de inmigración. “Lógicamente, se ha visto minimizada casi en su totalidad”, explica Estrella Galán, directora general de Cear. “El 86 por ciento llegó por vía marítima, con mucho riesgo, en rutas cada vez más peligrosas, más caras y más explotadas”, señaló.

La situación de los venezolanos

A diferencia de los colombianos, los venezolanos recibieron aprobación general a sus solicitudes.

“Hay que tener en cuenta que España recibe perfiles de nacionalidades diferentes al resto de la Unión Europea”, señala Galán. Es “el principal país de Europa en la llegada de personas de origen venezolano y eso en cierta medida distorsiona los resultados”, explica. “España concedió la autorización de residencia por razones humanitarias a más de 41 mil personas de origen venezolano, que para ello previamente tuvieron que buscar asilo”, continúa.

A los venezolanos, que se sitúan en primera línea de solicitudes de asilo en España, se les aprobaron en un 97,85 por ciento. Favieres explica que las razones humanitarias establecidas para Venezuela son distintas a las de Colombia.

Las cifras del reconocimiento de asilo en España, en todo caso, son las más bajas de la UE. Solo el 5 por ciento de las 114.919 solicitudes de protección internacional procesadas han obtenido resolución favorable. La media europea es del 33 por ciento.

“Nosotros insistimos en que hay margen de mejora”, explica Galán. “Sobre todo en el rechazo a peticiones de algunas nacionalidades, como la de Colombia, por ejemplo, por la falta de reconocimiento a los terceros agentes, que hay que mejorar para que la protección tenga un mayor alcance”, agrega.

Favieres piensa que el criterio para aprobar o denegar un número tan elevado de peticiones como las adelantadas por los colombianos tiende a ser global en función de la nacionalidad. “No responde en realidad a un análisis completo”, señala.

“La tasa de reconocimiento es escasa y queremos insistir en que tenemos que elevarla”, enfatiza Galán en nombre de Cear.

JUANITA SAMPER OSPINA
Corresponsal de EL TIEMPO
MADRID